Al cole: tercer curso continuación

Cuarta parte de como educar a una perro

¡PUM! MUERTO

Ahora le puedes enseñar a que se haga el muerto como si tuviera que ser actor en una película.

Él ya conoce muy bien la orden ¡ÉCHATE!. Para enseñarle este nuevo ejercicio le dices ¡ÉCHATE!, y ¡PUM!, ¡MUERTO!, a la vez le empujas suavemente y le presionas para que su cabeza esté en el suelo y se quede quieto unos instantes, dile ¡QUIETO!, luego lo de siempre  ¡MUY BIEN!  y repetirlo de vez en cuando.


LLEVAR EL PERIÓDICO

Todos los días cuando llego a casa mi perra me coge el periódico y se lo lleva a la persona de la familia que yo le digo.

Este ejercicio es una continuación del ¡CÓGELO!, ¡DÁMELO!. Le enseñas el periódico, le dices que lo coja, y alguien que te esté ayudando le tiene que decir  ¡DÁMELO!,  tú a la vez dile ¡DÁSELO A ...! nombrando a quien sea. Si no quiere cogerlo, ábrele la boca y pónselo dentro. 


ABRIR LA PUERTA
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No es seguro que convenga enseñarles a abrir la puerta, se puede volver en nuestra contra si lo que queremos por la razón que sea, es que se quede en una habitación, en algún caso. Comprueba que la puerta de tu casa no sea de apertura fácil, podría escaparse.   

Como aprender esto les supone a los perros un beneficio porque no les gusta demasiado estar encerrados, algunos lo aprenden solos, en cambio he intentado enseñarles a otros y no lo he conseguido.

Como en otros ejercicios, hay distintos grados de dificultad, según como sea la puerta, y como esté en cada momento.
 
El ejercicio más sencillo es el de abrir una puerta que está entreabierta, y que se abra solo empujando. Para enseñarle esto nos pondremos al otro lado de la puerta y le diremos    ¡ABRE!, ¡VEN! , como es muy fácil , empujará la puerta y saldrá.

El mismo ejercicio pero con la puerta en sentido contrario, haremos lo mismo el perro meterá el morro aunque torciendo su cabeza, y empujará  la puerta, abriéndola.

 Cuando la puerta está cerrada del todo  podrá aprender si es de manilla, no podrá, si se abre con un pomo.

Primero le enseñaremos en el sentido más favorable.

Nos pondremos al otro lado de la puerta cerrada, lo mejor es que alguien se quede con él dentro de la habitación. 

Le diremos desde fuera ¡VEN!, y la persona de dentro le dirá ¡SUBE!, le señalará la maneta, y le pondrá la pata en ella presionando hacia abajo, cuando la maneta baje, se abrirá sola la puerta.

ya que el perro estará echando el peso de su cuerpo sobre la puerta. Es el momento de decir ¡MUY BIEN!.

Mientras tanto tú desde fuera, habrás estado insistiendo diciéndole ¡VEN! para que no pierda la motivación. Cuando se abra como siempre anímale mucho.  

Ya he dicho que este ejercicio para unos perros es muy fácil y para otros muy difícil. Abrir la puerta al revés lo aprenden casi ellos solos, si han conseguido abrirla en el sentido más fácil.

También he visto a una “Mastina del Pirineo“ abrir con su boca un cerrojo, de los grandes, para sacar a los perros que había encerrados, sin que nadie le hubiera enseñado.  

HABLAR


Algunos perros hacen unos sonidos continuados que parece que quieren hablar, porque normalmente  coincide con que están pidiendo algo, entonces les aplicas el truco de ponerle nombre a lo que hacen, les dices ¡HABLA!, y si lo aprende bien, cada vez que se lo digas lo repetirá.


Otra forma de hablar es ladrando, para los que no hacen por sí solos los sonidos esos que nos parece que hablan, que son la mayoría.

 


Cuándo el perro ladre, dile ¡HABLA! o ¡LADRA!.

Unos ladran cuando quieren un juguete, por ejemplo. Si es así enséñale un juguete, y cuando ladre dale la orden, yo, a la vez les hago un gesto con el dedo, un gesto que él vea, pero que no se dé cuenta la gente que esté mirando, por ejemplo levanta el dedo meñique a la vez que le dices ¡HABLA!.


Cuando ya haya aprendido a ladrar, le tendrás que enseñar a callar. Cuándo esté ladrando le dices ¡CALLA!, yo les enseño la mano plana y les digo ¡CALLA!.

    
Si domina los dos ejercicios, puedes asombrar a la gente haciéndole preguntas, por ejemplo:

 ¿CUANTOS AÑOS TIENES?


Con el gesto de ladrar,  se lo repites cada vez que quieras que ladre, por ejemplo, dos veces, enseguida le haces el gesto de ¡CALLA!, le puedes preguntar ¿Qué hora es? o lo que se pueda contar y procura que no sea un número muy grande.

Estos últimos ejercicios son bastante difíciles pero el perro ya es mayor, y a estas alturas tú serás un buen profesor, de todas formas no todos los perros podrán aprender todos los ejercicios.    
 

GATEAR/*/*

Es enseñarle a que se desplacen agachados. Aprender esto no sirve para nada en concreto si no es un perro actor, pero es un ejercicio más, aunque no es fácil.

Hay que poner al perro en un lado, y tú al otro de algún mueble bajo, un banco, una mesita una cama etc. Tendrás que ponerlo de manera que no pueda pasar por los lados. Agáchate y llámale si quieres enséñale algún juguete, y tendrá que gatear para poder pasar, no olvides poner algo encima para que no tenga tentaciones de saltar.

Cuándo pase agachado le dices ¡GATEA! Luego como siempre repetir la lección. Al cabo de unas cuantas sesiones inténtalo sin mueble, tendrás que ir poco a poco.


COJEA 

Como el ejercicio anterior no es práctico salvo en el caso de que alguna vez se hiciera daño en una pata delantera y es posible que no le pase nunca. Es solo para perros actores.

Le pasas la correa por una pata delantera sujetándosela y andas con él diciéndole ¡ COJEA! .

Luego como siempre, y cuando lo domine lo podrá hacer sin correa.

Este ejercicio no es muy divertido, así que yo no lo recomiendo, porque no sirviendo para nada no debemos hacerle sufrir al perro.


PELEAS DE PERROS 
    
Para mí es una aberración  utilizar a un animal al que estamos educando para que agreda a otro de su especie con riesgo para él además de para el otro.

Creo que es una degeneración del ser humano que haya personas que empleen al perro como un arma contra otros perros o contra personas.                      

Estas personas perjudican muchísimo al resto de los aficionados y propietarios de los perros, porque nos enemistan con la gente que no conocen el tema  y  consideran a todos  los perros iguales, y porque nos hacen ir con miedo de que en un momento determinado nos pueda aparecer un ejemplar que ataque a nuestro perro.