Aseo: el baño

Con que frecuencia debes bañar a tu perro, y que debes vas a necesitar...

EL BAÑO

Aquí me voy a referir al baño en casa. Debemos bañarle con la finalidad de que esté limpio, por su salud y por la nuestra.
Hay varias opiniones respecto a la frecuencia con la que conviene bañar al perro Se ha dicho que una vez al mes, hay quien los baña muy a menudo. Yo creo que depende del perro, el tipo de pelo que tenga y la forma de vida que lleve, pero no conviene bañarle con demasiada frecuencia, sobre todo porque no es necesario si le cepillamos habitualmente.

Algunas veces aunque le acabemos de bañar, deberemos volver a hacerlo, por ejemplo si se revuelcan en algo sucio y maloliente.

Hay razas que necesitan arreglo de pelo como los terriers, los schnauzers etc.., y van frecuentemente al peluquero, lo normal es que les bañen allí. 

/*/*Bueno, si has decidido bañarle en casa, la primera vez lo harás cuando el veterinario te diga que ya se puede, ya sabes, cuando la última vacuna le haya hecho efecto.

Como seguramente es un cachorro, aún estás a tiempo de que se acostumbre, pero el baño, a todos los perros les da mucho miedo, por eso depende de ti acostumbrarle y que no sea una odisea cada vez que debas bañarle.

Pídele ayuda a alguien las primeras veces para que le sujeten y no se salga de la bañera. Ten todo lo que necesites preparado para que no tengas que salir del baño.

Necesitarás:

- Champú de perros, puede ser antiparasitario,

- Toallas (las que hayáis guardado solo para él)
   
- Secador, aunque es más seguro que lo maneje una persona mayor, por el peligro que supone utilizar aparatos eléctricos en el baño.
- Un cepillo apropiado para su tipo de pelo.

- Una alfombrilla de goma para el suelo de la bañera

¡Ah! y tú procura vestirte con algo que puedas echar a lavar, ya que te va a mojar entero al sacudirse . 

Primero le meterás en la bañera, donde habrás colocado la alfombrilla. Procura no estar nervioso y no le reniegues demasiado. Luego tendrás que mojarle con la ducha, pero asegúrate de que esté templada el agua, que no esté excesivamente caliente ni muy fría. Empieza a mojar por el lomo, luego por los lados, luego por la tripa, las patas, la parte de detrás y el rabo y lo último el cuello y la cabeza, porque cuando le mojes ahí se sacudirá. Ten cuidado con sus ojos, la boca y los oídos, puedes ponerle unos algodones en los oídos pero que sean grandes, para que no se le metan tan adentro que luego no los puedas sacar.

Cuando esté mojado puedes extender el champú en el mismo orden que hemos dicho. Tendrás que frotar por todo, y pata por pata, que es lo que suelen tener más sucio, y luego, cuando esté bien repartido el champú, cepillarle, luego un  aclarado, y otra vez enjabonarle aunque esta vez con mucho menos champú. En el último aclarado debemos asegurarnos que no le queda jabón por ningún sitio, sobre todo entre las patas delanteras ni la tripa.