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CRIAR

¿CRIAMOS O NO?

Este es un tema muy delicado. Antes de decidirse hay que pensarlo muy bien, porque hay muchos pobres perros abandonados a los que les espera la muerte o los malos tratos como consecuencia de que los dueños de su madre no tuvieron cuidado y le dejaron criar sin tener asegurado el destino de los cachorros.

Algunos de esos cachorros se regalan, y aunque muchos tienen suerte y caen en buenas manos, a otros los adoptan personas que luego se cansan de ellos por el trabajo y sujeción que supone tener un perro, y le abandonan.

También se pueden cansar de perros comprados, pero normalmente el que tiene que pagar por un perro, y no son baratos si se crían con todas las garantías, se lo piensa más.

Además, en el caso de que el propietario se canse o se tenga que deshacer del perro trata de recuperar el dinero, por lo que al intentar venderlo el perro puede pasar a mejores manos, que si es abandonado.

Algunos criadores cuando venden los cachorros advierten a los nuevos dueños que se pongan en contacto con ellos en el caso de que tengan algún problema y se quieran deshacer del perro.

SI TENEMOS UN MACHO

TENEMOS UN MACHO

Si es así, la responsabilidad es menor. Si no es un perro de raza preguntaremos al dueño de la hembra que tiene pensado  hacer con los cachorros, y actuaremos en consecuencia.

Si es un perro de raza, y además tiene pedigree, tendremos que tener en cuenta otras cuestiones.
 
    

PREVENCIÓN SANITARIA/*/*
 Sea de raza o no, hay que tener cuidado con los contagios de enfermedades por vía sexual.  Si la hembra no ha criado nunca o está bien controlada, no tiene porqué contagiarle nada, pero a pesar de todo, conviene que el veterinario le haga un frotis antes del salto para descartar enfermedades venéreas. Por otra parte, también conviene hacérselo al macho para tranquilidad de todos.

Hay una enfermedad difícil de detectar llamada “Herpesvirus“ que puede provocar la muerte de todos los cachorros, y al macho le puede causar problemas, además de ser difícil de curar, aunque podamos pensar que si ninguno de los dos ha tenido problemas anteriormente, lo lógico es que no la padezcan, será mejor pedirle consejo al veterinario, es posible que se pueda detectar.

Desde hace algunos años muchos criadores sobre todo en el extranjero solo cruzan a sus machos con hembras de su propiedad o cuidadas por ellos, y viceversa, en caso de que presten a su macho solo admiten la inseminación artificial, lo mismo que con las hembras. Lo hacen para prevenir contagios, aunque es una pena privar a los animales de seguir su instinto de forma natural.

CUESTIONES PRÁCTICAS

Si tienes un macho y te lo piden para cruzarlo, tendrás que dejar claras las condiciones.          
Tradicionalmente, al dueño del macho le correspondía elegir un cachorro. Este sistema se sigue empleando actualmente, pero hay que hablarlo e incluso si se quiere hacer un escrito firmado por los dos propietarios.

Algunos de estos tratos especifican más, y si los cachorros son bastantes y sobrepasan un número pactado, el dueño del macho se queda dos.

También hay que considerar la posibilidad de que nazca un solo cachorro, o dos.

Estos  casos se dan, y es una faena que después del desgaste y el riesgo que supone el parto para la perra, así como el trabajo y el gasto para el dueño de la hembra, le corresponda al dueño del macho el único cachorro que hay y con el que quizás se había contado para poder tener un descendiente de la perra.

En perros de raza con pedigree, es decir perros que se venden, cada vez se impone más el pago de la monta. Consiste en pagar por la disposición del macho. Normalmente también se pactan otras cuestiones:

–  Si va a ser con inseminación artificial o no.
    
En ese caso ¿ quien va a correr   con el gasto del veterinario? (habitualmente es el dueño de la hembra). Hay criadores que saben hacer la inseminación artificial sin tener que recurrir al veterinario.

-¿A cuantas montas se tiene derecho?             

Si es posible,  lo mejor es realizar tres montas, días alternos, aunque a veces con una sola en el  momento oportuno es suficiente si repetimos nos aseguramos más, pero eso hay que pactarlo.

-¿Donde? . 

Lo mejor es llevar a la hembra a casa  del macho. Se suele hacer así, porque es el macho el que tiene que realizar el trabajo, y debe sentirse seguro y desinhibido, pero también puede hacerse en cualquier otro sitio, siempre que no haya otros machos sueltos por allí.  
 
– El precio

Está en función de lo que valgan los cachorros de esa raza en el mercado. De los títulos que haya ganado el macho, y de las pruebas veterinarias que aporte.

Si la perra queda vacía y no tiene cachorros, se tiene derecho a intentarlo en el próximo celo. De todas formas todo se puede pactar si estan de acuerdo las dos partes. Por eso habrá que hablar también de las condiciones según los cachorros que nazcan y del momento del pago.

Si el perro tiene pedigrí, el dueño del macho tendrá que firmar unos documentos que certifican que el salto ha tenido lugar, así como otro posteriormente para dar de alta a los cachorros.

Estos impresos se presentan en la Sociedad Canina Oficial en los plazos establecidos,  con objeto de que se le asigne a cada cachorro un número de inscripción en el Libro de Orígenes del país que sea, en España: Libro de Orígenes Español (L.O.E.). Con ese número,  cuando lo solicitemos, podremos obtener su Pedigrí, previo el pago de las tasas requeridas.

SI TENEMOS UNA HEMBRA

Voy a repetir que es una gran  responsabilidad que nuestra perra tenga cachorros, que antes de decidirnos tenemos que saber si esos cachorros tienen posibilidades reales de ir a vivir donde se les cuide y se les trate bien.

Si es así y decidimos criar tenemos que conocer la sexualidad de las hembras.


EL CELO/*/*   
A partir de los seis meses y antes de los doce tienen el primer celo las hembras.
    
Comienzan a echar unas gotitas de sangre y a los pocos días se les inflama la vulva. (Orificio que poseen  al lado de donde hacen pis)
    
Suelen manchar durante 18 días más o menos, algunas solo 14 días, otras 20 días,   cada hembra es diferente. Pero decimos que el celo dura 21 días, porque es mejor que tengamos precaución con objeto de que no se quede preñada si no es el momento adecuado.

La sangre que expulsan sirve para limpiar el útero, para prepararlo para acoger a los posibles fetos.

Las primeras gotas nos sirven de aviso de que su cuerpo se está preparando para sacar nuevos óvulos que pueden ser fecundados, es decir, que si estos se encuentran con los espermatozoides de un macho, se pueden convertir primero en fetos, y esos fetos serán  en dos meses cachorros.
    
En algún caso se da el celo sin manchar casi, aunque pueda ser normal, si notas que se le inflama la vulva, consulta al veterinario, por si fuera otra cosa.   


¿QUÉ LE PASA A LA PERRA?

El comportamiento varía de unas a otras, algunos dueños de hembra dicen que su perra está más mimosa, otros que algunas veces lloriquea, pero siempre es muy suave e incluso imperceptible el cambio.                     


¿CUÁNDO SE PUEDE QUEDAR PREÑADA?

Los días fértiles suelen ser entre el diez y el  quince contando el uno el primero que empieza a manchar. Pero el periodo de ovulación varía en cada perra, incluso en la misma perra en cada celo  


SI NO QUEREMOS QUE SE QUEDE PREÑADA/*/*

Tenemos que asegurarnos que durante los días fértiles no tenga contacto con ningún macho.             

Hay que tener en cuenta que los machos siguen su instinto y pueden aparecer viniendo incluso desde lejos en busca de la hembra, y que vallas que normalmente no podrían saltar, ante el estímulo que les supone una perra en celo son capaces de saltarlas.

También la hembra cambia su comportamiento en los días fértiles, algunas incluso antes, y aunque hay de todo, y hay hembras que no admiten macho nunca, hay otras que lo buscan casi desesperadamente, por lo que nos puede coger desprevenidos y escapársenos.

Por eso los paseos tendrán que reducirse, no soltaremos a la perra y a poder ser permaneceremos cerca de casa para podernos refugiar en un momento dado.

Existen productos en las tiendas de animales, vaporizadores para echarle a la perra en la zona alrededor de la vulva, que le disimulan el olor y evitan que los machos las huelan de lejos, por lo que son bastante prácticos,  pero en distancia corta muchos lo notan, así que no debemos confiarnos aunque se lo pongamos.


¿QUE LE PASA A LA PERRA?
 
El comportamiento varía de unas a otras, algunos dueños de hembra dicen que su perra está más mimosa, otros que algunas veces lloriquea, pero siempre es muy suave e incluso imperceptible el cambio.                

¿QUÉ NECESITAREMOS?

DECIDIMOS CRIAR


¿Es necesario?

Ha habido épocas en las que se decía que las perras que criaban tenían menos riesgo de padecer tumores.

 Actualmente los veterinarios dicen que esto no es así y que se tiene el mismo riesgo.

También se dice que a las perras que tienen embarazos psicológicos les conviene criar. Tal vez sea correcto, pero lo que sí es seguro que perras que han criado tienen a pesar de eso embarazos psicológicos. 
   
¿Cuándo es el mejor momento?
    
Los veterinarios recomiendan que no se le haga criar una perra antes del tercer celo, ni antes de los dos años, por una razón evidente, hasta entonces no es totalmente adulta, es decir su cuerpo no ha terminado de madurar.

Tampoco conviene que la primera vez que críe una hembra sea demasiado mayor, es mejor que el primer parto lo realice antes  de los seis años.


¿En que época del año?/*/*

Tendremos en cuenta que tener una camada nos va a dar mucho trabajo, hay que dedicarles bastantes horas al día durante dos meses.

Hay épocas mejores para vender los cachorros, si no están apalabrados de antemano.

Si cumplen los dos meses, momento de entregarlos a sus nuevos dueños, en pleno agosto, será más difícil que la gente se entere ya que es la época de vacaciones más generalizada.

Si cumplen los dos meses en Navidad, seguramente habrá bastante demanda.
 
Se dice que los perros que son regalo de estas fechas pueden ser más fácilmente abandonados, ya que se compran algunas veces influidos por el  ambiente navideño, como un regalo más, no como un ser vivo al que hay que cuidar durante muchos años.

Pero también hay quien tiene decidido comprar un perro, y espera que lleguen estas fechas para hacer el regalo. También  porque son días en los que hay vacaciones y se pueden dedicar a atender al recién llegado.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Preguntar al veterinario, al Club de la raza a la que pertenezca, o a la Sociedad Canina, que tipo de pruebas le debemos hacer a nuestra hembra para prevenir enfermedades o malformaciones en los cachorros.

A casi todas las razas incluidas las pequeñas, hay que hacerles radiografías de cadera para asegurar que no se va a trasmitir una displasia.

La displasia de cadera es una malformación que consiste en que el fémur, el hueso de la pata trasera no encaja perfectamente en la oquedad de la cadera, es decir queda holgado, por lo que al moverse el perro y mover el fémur, este se puede salir y producirle, aparte de la imposibilidad de andar, bastante dolor. Hay distintos grados por lo que se ha clasificado en cuatro categorías (A, B, C, D), la primera significa libre de displasia, la segunda leve, es posible incluso criar aunque no conveniente, la tercera le permitirá al perro vivir medianamente bien hasta que se vaya haciendo más mayor, con la cuarta se aconseja sacrificar al perro.

//La clasificación anterior es la que se suele emplear en España, Francia y otros paises. En Inglaterra, el “BRITISH VETERINARY ASSOCIATION/KENNEL CLUB” (BVA) califica puntuando hasta 106 puntos.

Cada vez es más frecuente hacer radiografías de codo, porque aunque es una lesión menos grave también tenemos que tratar de erradicarla.

Nos darán unos certificados que tendremos que conservar y mostrar e incluso entregar fotocopias de los mismos a los nuevos dueños.

Tampoco usaremos como reproductores ejemplares con cualquier tipo de tara que pueda ser hereditaria.

BUSCAR UN MACHO

Conviene hacerlo con tiempo, y tener otro de reserva por sí acaso.
Las mismas pruebas y certificados que hayamos tenido que hacer para la hembra deberá poseerlas el macho.

La edad del macho es más flexible, a partir del año puede cruzarse. Si tienes dudas consulta al veterinario.

Si son perros de raza, hay que tener en cuenta que los cachorros tienen que ser lo más típicos posible, es decir que tienen que tener las características de la raza.

En este caso, frecuentar las exposiciones caninas puede servir para aprender sobre la raza y conocer los ejemplares disponibles.

Como no existe el perro perfecto, tienes que estudiar bien a la hembra, y procurar elegir al macho que no tenga los mismos defectos que la hembra, ya que en caso contrario estos se fijarán e incluso se acentuarán en los cachorros.

El carácter de los dos ejemplares es tan, o más importante, que el aspecto físico.

Si queremos perros de compañía tendremos que asegurarnos de que no son agresivos, si son perros para realizar tareas, de caza, para minusválidos etc. tendremos que elegirlos en función de sus aptitudes para la caza, para la obediencia etc. , si son de guarda, que no sean muy asustadizos ni demasiado tímidos.

Como verás criar correctamente es más complicado y más caro que lo que siempre se ha pensado.

Creo que no hay que caer en el error de cruzar una hembra con el perro de su raza que tengamos más a mano, porque nos es más cómodo y barato, sin tener en cuenta nada más.

Tampoco sería práctico ni necesario ir a cruzar lejos si cerca tenemos un perro que cumpla perfectamente las condiciones idóneas.

PREPARARSE I

¿QUE COSAS NECESITAMOS?

Un cajón de madera para el parto y en el que puedan estar los cachorros. Así cuando sean pequeños, no se dispersarán y podrán encontrar las mamas de su madre, (hasta los quince días no abren los ojos, y se guían por el olfato), y cuando empiecen a ser más mayores podrás tenerlos más controlados.

El tamaño dependerá del tamaño de la hembra. Una perra de raza mediana estará bien en un cajón de un metro y diez centímetros de lado. Si es tipo moloso tendrá que ser bastante más grande y si es más pequeña con ochenta centímetros de lado será suficiente.

La altura de las paredes también variará según el tamaño. Para una raza media unos treinta y cinco centímetros serán suficientes, pero conviene que uno de los lados sea más bajo, de unos veinte centímetros, para que la madre pueda salir y entrar los primeros días sin tener que saltar, ya que estará un poco delicada por el reciente parto, y evitaremos asi mismo que se roce las mamas con el borde del cajón. Además para ti también será más fácil el acceso si le tienes que ayudar durante y después del parto.

Cuando los cachorros se empiecen a incorporar y pretendan saltar puedes poner el lado bajo contra la pared, lo que te permitirá unos días más de control.

A una distancia de unos diez centímetros de las paredes del cajón, por la parte interior, y a una altura de unos quince centímetros desde la base del cajón, se colocaran unas barras (cuatro) que vayan de pared a pared, lo mejor es que sean redondas, tipo mango de escoba. Estas barras son importantes por que evitan que la madre aplaste sin querer a los cachorros al tumbarse al lado de las paredes.

De todas formas los quince primeros días conviene estar muy pendientes, yo incluso duermo en el cuarto donde está el cajón, y si algún cachorro se pierde y no encuentra a su madre o se queda atrapado debajo de la perra, puedo ayudarle ya que se nota porque lloran de forma diferente.

Para el suelo de la caja, que será de madera, se emplean distintos materiales según los momentos.

//Para el parto lo mejor será poner papeles de periódico en la base y encima más papeles cortados en trozos no demasiado pequeños porque la perra antes del parto, durante dos o tres días escarbará para prepararse su nido y destrozará casi todo lo que pongas, además después del parto tendrás que cambiarlos.
Si se puede, lo mejor es que el cajón esté ubicado en una habitación no demasiado grande, ni pequeña, de entre seis y diez metros cuadrados.

Tendrá que tener los primeros días una temperatura constante, a unos veinticuatro grados, sobre todo por los cachorros.

Cuando tengan cerca del mes conviene sacarlos a una terraza, o a un jardín, por lo menos un par de veces al día, para que corran y jueguen, es bastante práctico acotar un espacio para que hagan sus necesidades en el exterior, porque a pesar de que sean aún muy pequeños, empiezan a aprender guiándose por el olor, aunque sea muy lentamente. No debes extrañarte de que luego sufran un retroceso.

Cuando se cansen de jugar se tumbaran. Si hace frío hay que meterlos en la habitación, si hace demasiado calor también. No conviene exponerlos mucho rato al sol si hace mucho calor.

Un pequeño peso. Nos podrá servir uno de los que se emplean en las cocinas si en la bandeja cabe un cachorro recién nacido y es segura, de forma que no pueda caerse el cachorro cuando se mueva.

El termómetro para la madre. Con la medición de la temperatura podremos saber aproximadamente cuando va a parir, normalmente unos dos o tres días antes del parto, la temperatura les baja pudiendo llegar a los 37,5 grados y después del parto se la controlaremos para asegurarnos que no hay complicaciones, si le subiese por encima de los 39 grados, podría indicar una infección.

Unas tijeras pequeñas bien desinfectadas, hervidas por ejemplo.

PREPARACIÓN II

PREPARACIÓN

El veterinario lo tiene que decir, pero conviene que antes del celo la hembra esté bien desparasitada y correctamente vacunada.

También tiene que estar bien de calcio y vitaminas. No debe estar demasiado gorda ni flaca.

Y tendremos que hacerle análisis de sangre, así como un frotis vaginal, tenemos que estar seguros de que no tenga ninguna enfermedad.

EL PRIMER AVISO//

Cuando empiece a manchar, podemos llamar a los dueños del macho elegido para saber si estará disponible, y para que le realicen también un frotis para descartar enfermedades venéreas.

Los certificados, el pedigree etc.., ya los habrás visto antes.

A los ocho o nueve días se le puede hacer otro frotis esta vez para saber como va la ovulación y cuales serán los días más adecuados para la primera monta.

EL SALTO

Cuando el veterinario diga que ya está ovulando podéis reunir a la hembra con el macho.

No es fácil en algunas ocasiones. Si no se cruzan en la primera cita podemos pensar que la perra aún no está lista.

Hay hembras muy nerviosas que no se dejan montar nunca, hay perros inexpertos que lo intentan y no lo consiguen.

Algunas veces sujetando a la hembra y rectificando la posición del macho se pueden obtener resultados, pero esto solo hay que hacerlo después de haberles dejado tiempo para que lo intenten solos.

Mi experiencia me dice que lo mejor es dejarles completamente solos, incluso que no nos vean, así se han conseguido resultados con los dos, macho y hembra inexpertos, que con gente delante parecía que iba a ser imposible.

Cuando el enlace se ha efectuado, se quedan unidos durante un tiempo que varía entre veinte minutos y tres cuartos de hora, más o menos.

La razón por la que se queda el pene del macho introducido dentro de la vagina de la hembra, es por que en el pene se acumula el semen, el líquido que alberga los espermatozoides, formando como un nudo grande que va disminuyendo conforme va saliendo el líquido muy despacio, hasta que queda vacío, momento en el que el tamaño del pene disminuye y puede salir de la vagina de la hembra.

Durante el tiempo que quedan enlazados sí que te necesitan porque pueden pasar varias cosas. Si son tranquilos posiblemente el perro bajará la pata que le quedaba al otro lado de la hembra por encima de su lomo, y ambos quedarán de pie, unidos por detrás. A veces se tumban y esperan.

//Pero si uno de los dos, o los dos se ponen nerviosos, pueden tratar de escapar de la situación empujando. Esto puede ser peligroso ya que se pueden hacer daño ambos, por eso, cuando veas que han terminado, pero que están enlazados, te acercas a ellos tranquilizándoles y te quedas todo el rato hasta que se separen solos.

A continuación conviene que la hembra esté tranquila durante un par de horas, sin correr ni saltar.

Si se repite el salto dos veces más, lo normal es que se haya quedado preñada. Incluso como se ha dicho antes, con una sola vez puede ser suficiente si la perra tiene los óvulos dispuestos.

Se cree que si una perra se ha quedado preñada en el primer o segundo salto, deja de tener interés por los perros enseguida. Es posible que sea cierto, pero es muy subjetivo, y además hay que tener en cuenta que son muy pocos días para poderlo apreciar con seguridad.

¿ESTA PREÑADA?

¿ CÓMO SABEMOS SI SE HA QUEDADO PREÑADA?

A la mayoría de las hembras no se les nota hasta que solo falta una semana para el parto.

La única manera de saber si la perra ha quedado preñada es mediante ecografía. Se pueden hacer a partir de las tres semanas desde el salto o cruce y aunque no se pueda ver todavía el número de cachorros en esa primera ecografía, sí nos podrá informar si está preñada o no, por lo que podremos organizarnos nosotros, y podrá el veterinario mandarle vitaminas y calcio en caso de que lo necesitase, así como la conveniencia de desparasitarle o no de nuevo.

Cuando falte poco para el parto conviene hacer otra ecografía para saber el número de cachorros que hay, con objeto de que tengamos una idea de cuando se ha acabado el parto. De todas formas es un diagnóstico aproximado ya que decir el número exacto es muy difícil.

EL PARTO

//Cuando hayan pasado entre 58 y 63 días desde el primer salto, la perra se pondrá de parto.

Una semana antes le notarás que se le ensancha el vientre a la vez que le desciende y si le aprietas con cuidado en las mamas, comprobaras que le sale leche, algunas no la producen hasta el momento del parto.

Su actitud también cambiará, se esconderá en sitios retirados y escarbará en el suelo. Está buscando un nido, un sitio tranquilo para parir y para tener a sus cachorros a salvo.

Entonces es el momento de que le enseñes su caja, que habrás colocado en un cuarto tranquilo, y le convenzas de que se tumbe algún rato en ella.

Ten en cuenta que por instinto está muy nerviosa, no le agobies, solo ayúdale. Para ella ahora lo más importante es el parto, y su comportamiento hacia los humanos será muy distinto.

Cuando llegue el momento, la perra estará muy inquieta, querrá orinar muchas veces, entrará y saldrá, durante una hora o algo más, luego se tumbará y empezará el parto.

Procura que sea en su caja pero si no puede ser ya la trasladarás más tarde. Ten cuidado, algunas quieren parir encima de la cama y podría estropear la ropa e incluso el colchón, ya que durante el parto echan un líquido verdoso difícil de limpiar.

Yo recomiendo tener a mano el teléfono del veterinario al que por otra parte ya habrás avisado que el parto está próximo.

Puedes, si quieres, llamar al veterinario para que se ocupe de todo, si no, puedes avisarle solo en caso de que tengas algún problema, asegúrate de que en ese caso le puedes localizar rápidamente.

LOS CACHORROS

VIENE EL PRIMER CACHORRO

La perra tendrá fuertes contracciones, es decir verás que hace movimientos rítmicos, y a continuación, al minuto más o menos saldrá el cachorro envuelto en una bolsita gris, la perra la romperá con su boca para que el cachorro pueda respirar.

El cachorro tendrá un cordón, el cordón umbilical, que desde su barriga termina en una bolsa que puede estar aún en el interior de la madre. Esa bolsita es la placenta.

La madre cortará el cordón cerca del cachorro, si la perra no lo hiciera bien y tirase demasiado del cachorro tendrías que hacerlo tú pero es mejor darle un tiempo y confianza a la perra, normalmente estamos nosotros más nerviosos que ella y podemos estropear las cosas al intervenir demasiado pronto.

Como ya he dicho al final del cordón habrá una bolsa que es la placenta, tendrás que asegurarte que salen tantas placentas como cachorros, pero al principio no debe preocuparte mucho, ya que el segundo cachorro puede empujar a la placenta que se haya quedado dentro, si ves que hay algún problema puedes tirar del cordón con cuidado. De todas formas lo normal es que salga después del cachorro y que la perra se la coma.

//Recomiendan algunos veterinarios que no coman más de dos o tres placentas, ya que les puede producir diarreas, hay otros en cambio que opinan que son buenas por que tienen vitaminas y pueden ayudar para la producción de leche.

No todos los cachorros nacen de cabeza. Algunos pueden venir de nalgas, por lo que sí la perra no lo expulsa por sí sola es difícil ayudarle ya que no se puede coger el cachorro, también pueden sacar las patas en primer lugar y en ese caso es más difícil la expulsión que si viene de cabeza.

Si viene de cabeza y no consigue salir, puedes tratar de sacarlo, pero será muy despacio, girándolo, ten en cuenta que es muy pequeño y el cuello es muy delicado.

Entre un cachorro y otro pueden pasar desde diez minutos hasta tres cuartos de hora. En una ocasión hasta bajé a la perra a la calle pensando que había terminado el parto y cuando subimos tuvo el último cachorro.

Si ves que la perra tiene contracciones, que hace esfuerzos y no sale nada durante bastante tiempo, llama al veterinario, puede tener algún cachorro cruzado, y no solo se moriría el cachorro, y los que tuviera dentro, sino que también podría peligrar la vida de la madre.

Conforme nacen los cachorros, van directamente a las mamas de su madre a alimentarse, si alguno no la encuentra enseguida tú le puedes acercar, verás, si están sanos, con que fuerza chupan, el ruido que hacen. Es muy gratificante verlos con esa vitalidad.

YA TENEMOS LOS CACHORROS

Ahora ya estaremos agotados, la perra y nosotros, pero contentos.

Aún tendremos mucho trabajo que realizar. Primero sacaremos a la perra a la calle o al jardín para que haga sus necesidades, momento que aprovecharemos para limpiar la cama, si alguien nos ayuda mientras uno atiende a la perra, otro puede organizar el cajón.

A continuación hay que limpiar bien la parte trasera de la perra, y secarla lo mejor posible, esa parte la vigilaremos por que podría irritársele la piel de esa zona, por eso la observaremos todos los días, la limpiaremos y la secaremos bien hasta que deje de manchar.

En cuanto al cajón tendremos que cambiar los papeles que estarán muy sucios, y poner otros papeles limpios, o mejor un empapador, o trapos, tipo sábanas. Con el empapador o el trapo, evitaremos que se resbalen los cachorros ya que deben desplazarse para poder mamar y aún no se pueden poner de pié .

Mientras sean muy pequeños tendremos que cambiar el trapo por lo menos un par de veces al día. Cuando sean más mayores habrá que cambiar de sistema, ya lo iremos viendo, en todo caso conviene tenerlos bien limpios.

Los primeros días hasta las dos o tres semanas, la perra les lame para provocarles la orina. Esto es importante, porque si la perra no les estimulase no orinarían y se pondrían enfermos. Por eso, si tuvieses que cuidar a un cachorro tan pequeño, y no tuviese a su madre, tendrías que pasar un algodón humedecido para provocarle la orina.

También las heces las come la madre, se supone que esto lo hace, con objeto de mantener limpia la cama y evitar bichos, moscas, y enfermedades.

Cuando crezcan, cada vez comerán más, orinarán y defecarán más y la perra no podrá con todo, entonces la limpieza tendrá que hacerse más a menudo.

Será el momento también de quitar empapador o trapos, y sustituirlo por papeles. Hay unas gomas, planas, caladas, que se venden para proteger las fregaderas que pueden ser prácticas poniéndolas encima de los papeles, ya que estos pueden ensuciarles la piel de tinta, y lo de goma puedes cambiarlo, lavarlo, dejarlo secar y volver a colocarlo, lo mejor es tener por lo menos tres recambios para que dé tiempo a que se sequen. Los papeles de periódico manchan el pelo de los cachorros.

Si todo ha ido bien durante el parto, al día siguiente tienes que llamar al veterinario para comprobar que la perra está bien y que no ha quedado ningún cachorro dentro, él te dirá lo que conviene hacer. Yo le pongo el termómetro durante tres o cuatro días, y el veterinario seguramente te recetará para la perra unas gotas para contraer la matriz, pero eso te lo dirá él.

ACTITUD DE LA PERRA

Los primeros días la perra estará totalmente entregada a sus cachorros, cuando la bajes a la calle querrá subir enseguida, y pasará casi todo el día tumbada para dar calor, alimento y cuidados a sus cachorros. Les chupará, les limpiará y eso servirá también para que se despierten y vayan a comer.

Durante estos días, procura que no entre casi nadie en el cuarto, solo los de casa, y si tienes otros perros, que ni se acerquen, porque aunque no les fueran a hacer nada a los pequeños, la madre se inquietará y conviene que esté tranquila.

Además hay que tener cuidado con algunas hembras que se pueden volver agresivas en su afán de defender a los cachorros.

ACTITUD DE LOS CACHORROS

LOS CACHORROS

Cuando tengan alrededor de los doce o quince días empezaran a abrir los ojos y la perra ya no estará tanto tiempo con ellos. Ya puedes dejar entrar a alguna persona a ver a los cachorros pero procura no agobiar a la perra, ni dejar coger ni tocar mucho a los cachorros. Tendrás tiempo en una o dos semanas de que los vean y jueguen con ellos.

Más o menos por esos mismos días a los doce o trece se empiezan a poner de pie.//

Desde el primer día, hasta que cumplen tres semanas, yo peso cachorro por cachorro, y lo apunto, procurando diferenciar unos de otros, siempre hay alguna característica que los distingue, así compruebo lo que engorda cada uno, y si alguno no aumenta de peso tengo cuidado de ponerle a mamar, porque puede ser que haya alguno más débil y que los demás le dejen sin mamas libres, se iría debilitando y cada vez tendría menos fuerza para comer.

Los cachorros de raza media vienen a pesar al nacer alrededor de cuatrocientos gramos.

Engordan cada día entre 50 y 150 grs., los primeros días más bien 50 grs., pero si un día no engordan nada, no hay ningún problema por eso, lo único que hay que hacer es observar y comprobar que come y si no intentar ayudarle, si sigue sin comer a pesar de todo habrá que preguntarle al veterinario

En caso de que la perra tuviera algún problema, o simplemente tuviese un número demasiado elevado de cachorros habría que ayudarles con biberón. Venden leche en polvo y biberones en las tiendas de animales.

Cuando tengan tres semanas más o menos les empiezan a salir los dientes, es el momento de empezar a darles algo de comida.

El veterinario te podrá orientar en este sentido. Yo les pongo pienso de cachorros, las primeras tomas muy poquito, lo dejo en remojo con agua una media hora hasta que se ablanda, luego lo bato con la batidora, le puedes añadir al agua la dosis correspondiente de leche especial para cachorros.

La comida hay que dársela antes de mamar. Tres o cuatro veces al día es lo conveniente.

Lo mejor es que se la pongas en platos de plástico. Al principio en uno, más adelante con dos o tres será suficiente, dependiendo de los cachorros que haya, aún será más practico si lo tienes, algún recipiente grande y plano.

Las primeras veces se meterán dentro y se pondrán perdidos A partir de este momento es cuando más tiempo tenemos que perder con ellos, porque cuando terminen sus intentos de comer al principio, y de comer los días siguientes, tendrás que limpiar uno por uno con una esponja y luego secarles bien.

//Es a partir de esta época cuando sus deyecciones y su orina son bastante más abundantes, por lo que además de limpiar bastante el sitio donde están, tendrás que limpiar a los cachorros si han pisado o se han tumbado sobre alguna porquería.

Cuando los dientes empiezan crecer son como alfileres, por eso le hacen daño a la madre cuando van a mamar, además, los cachorros tienen cada vez más fuerza y vitalidad y nada de educación, por eso la madre les huye, e incluso les gruñe y ladra. Todo esto es normal siempre que no les haga daño.

Actualmente, a las tres semanas, se les desparasita. Al mes se les pone la primera vacuna. Esto puede variar, ya que los medicamentos, vacunas etc.., se van modificando y mejorando con el tiempo, por lo que el veterinario es el que mejor te puede decir cuando hay que tratarles.

AMPUTACIONES

A los cachorros de algunas razas, por razones históricas o estéticas, se les cortaban las orejas o el rabo.

Partiendo de Inglaterra, país pionero en la cría y selección de razas caninas, se está tratando de que se acabe con esta mala costumbre con la que sufren los cachorros y la madre.

Un cachorro muy feliz, sería una pena tener que amputarle.

Es muy penoso tener unos hermosos y sanos cachorros de una semana, llevarles a cortar el rabo y devolvérselos a la madre con dos o tres puntos que ella intenta curar chupándoles.

Actualmente se están prohibiendo las amputaciones en algunos países, esperemos que pronto lo estén en todos. De todas formas ahora no solo están admitidos en las exposiciones los ejemplares no amputados de razas a las que tradicionalmente se les practicaba algún corte de rabo o de orejas, sino que se empieza a no dejar participar a los ejemplares amputados.

Cuando tenga dos meses ya podrás entregárselo a sus nuevos dueños.