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EL PERRO

¿QUÉ SON LOS PERROS?

Son seres vivos, no son un juguete inanimado, ellos necesitan comer, dormir, hacer ejercicio, descansar, aprender cosas, jugar. No son juguetes, los cachorros dan trabajo y mucho cariño.

Ante todo, son seres vivos, no son un juguete inanimado, ellos necesitan comer, dormir, hacer ejercicio, descansar, aprender cosas, jugar, etc., y tienen que hacerlo a un ritmo que sea conveniente para nosotros, pero también para ellos.

Ese ritmo variará mucho cuando sea adulto.

De momento, nuestro cachorro nos va a dar trabajo, pero a cambio nos va a dar mucho cariño, él solo quiere agradar a su dueño, por eso estará feliz cuando le acaricies y le digas palabras de ánimo.

¿ELEGIMOS O NOS LO REGALAN?

Si nos regalan un perro, y decidimos quedárnoslo, no tenemos que elegir, pero aún así tendremos que tener en cuenta algunas cosas:

  • Queremos un cachorro
  • El caracter
  • El pelo
  • El tamaño
  • Nuestras circunstancias
  • Si tenemos otros animales domésticos.

Cosas a tener encuenta a la hora de elegir un perro, bien sea cachorro o adulto…

1ª  Que el perro o cachorro esté sano.

Esto no lo podremos saber totalmente hasta que  lo examine el veterinario, pero sí que podremos ver su apariencia.

 Observaremos que no tenga muchas legañas, que tenga buen aspecto su pelo, sin calvas etc. y que tenga el comportamiento normal de un cachorro, dentro de las diferencias de carácter de cada uno.   
   
2º Tendremos que tener en cuenta el carácter que va a tener./*/*

Si no tenemos  tiempo para llevarle a dar grandes paseos y nuestro perro es muy activo, sufrirá él y sufriremos nosotros. Si es muy nervioso, puede volver loca toda la familia incluso a los vecinos si le da por ladrar al quedarse solo en casa, y si es agresivo.. , bueno, yo no soy partidaria de tener perros agresivos. Dependiendo del grado del defecto se podrá educar, pero no siempre es posible corregir todos los defectos.

3º  El tipo de pelo.

Si queremos que se quede a dormir fuera de la casa cuando sea mayor, no conviene que sea de raza pequeña y con poco pelo. Si vivimos  en un sitio muy caluroso, o si tenemos calefacción fuerte en casa, es mejor que no tenga un pelaje tipo perros nórdicos. Si tiene el pelo largo, tendremos que dedicarle tiempo a arreglárselo, cepillarle etc., y si es tipo terrier o caniche tendremos que disponer de tiempo y dinero para llevarle de vez en cuando al peluquero.

4º El tamaño.

En general, para la convivencia, para estar en casa o para pasear, es indiferente que el perro sea grande o no, de hecho, los perros grandes suelen ser más tranquilos cuando están en casa, pero pueden darse circunstancias en cada uno de nosotros que requiera tener en cuenta el tamaño.
Para personas mayores que no tengan fuerza es más recomendable un perro pequeño, ya que es más manejable que uno grande. Aunque un perro grande bien educado no tiene porqué arrastrar a nadie por la calle, a la hora de meterle en la bañera, llevarle  al veterinario por ejemplo si está cojo, o alguna situación parecida, una persona con algún problema de falta de fuerza tendrá más dificultades con un perro grande que con uno pequeño

Por otra parte, un perro muy pequeño no nos podrá acompañar si nos gusta ir al campo, montar en bicicleta, ir a nadar etc.

A los  perros excesivamente grandes que viven en la ciudad se les ve cansinos y agobiados. Por otra parte, es corriente ver en el parque perros muy pequeños  asustados y temblorosos, sobre todo si sus dueños no les han acostumbrado a relacionarse  con otros perros desde cachorros.

5º Nuestras circunstancias

Tenemos que prever que pueden ser variables. Un perro es un ser vivo que va a depender de nosotros, y aunque en un caso de apuro podamos regalarlo a alguien que lo vaya a cuidar bien, es hacerle sufrir privarle de quien él considera que son sus dueños, a los que adora, y de los que depende, es mucho peor que para ti tener que prescindir de un gran amigo.

 Se da el caso de parejas jóvenes que se casan, adoptan un perro y cuando se queda la mujer embarazada se quitan el perro. ¿No se les podía haber ocurrido que lo más lógico es que sucediera eso? Por otra parte un embarazo y un bebé no son una razón para quitarse el perro si éste es equilibrado, está bien educado, y lo tenemos con todos los cuidados sanitarios.

No hay que caer en el error de creer que porque vivimos en un chalet o en el campo y tenemos jardín o espacios verdes ya no tendremos que ocuparnos casi del perro, porque, aunque para nosotros será más fácil, y para él más agradable vivir así, hay que educarle para que no se ensucie en cualquier sitio del jardín, la orina produce calvas en el césped, y tampoco querremos tropezones y resbalones desagradables y malolientes.

También habrá que enseñarle que no se coma las plantas, ya que,  aparte de destrozarlas, puede comer algunas que le ocasionen daños o le intoxiquen, los bulbos también pueden causar problemas. Mientras sea cachorro, lo mejor será acotarle un espacio donde no haya peligro de que coma o estropee nada, sobre todo para cuando se quede solo. Tendremos asimismo que sacarle a pasear, porque necesita andar, hacer ejercicio y aprender a moverse por el mundo.

6º  Si tenemos otros animales domésticos.

Si son pájaros o cobayas no habrá problemas ya que suelen estar en jaulas. Con las tortugas y sobre todo con los galápagos habrá que tener cuidado, enseñárselo, dejarle que se acerque y lo huela y decirle ¡NO! si lo intenta coger. 
 
Con el gato. Si el perro llega a casa siendo cachorro, y el gato también lo es, no habrá ningún problema.


Si el gato es adulto necesitarán un periodo de adaptación, hasta que se dé cuenta de que el cachorro no le va a atacar, que en todo caso lo que quiere es jugar con él. De todas formas el gato tiene buena defensa ya que puede subirse donde el perro no llega.

Si los dos son adultos, la dificultad será mayor, porque aunque el perro no tenga intención de atacarle, (algunos son así, pocos), el gato no se sentirá seguro y estará a la defensiva.

/*/* Si además el perro es como la mayoría, tratará por instinto de cazar al gato, en este caso habrá que mantenerlos separados y solo con la ayuda de otra persona de vez en cuando reunirlos en la misma habitación, o mejor aún, en campo abierto, donde el gato sepa que se puede escapar, y procurar que se huelan y se conozcan muy poco a poco. Si es el gato el que está asustado y bufa, hay que tener paciencia, se acostumbrará, pero asegúrate de que no le va a hacer daño al perro.

Con otros perros

En este caso hay que tener muy en cuenta el sexo de los dos. Si son de distinto sexo la adaptación será fácil, pero tendremos problemas cuando la perra tenga sus celos, por eso, a no ser que ésta esté esterilizada, no conviene  tener juntos a perros de distinto sexo si no los vamos a poder separar durante tres semanas dos veces al año.
 
Si son del mismo sexo, en casa hay un perro adulto y lo que llega es un cachorro, de momento no tiene por que haber grandes problemas, pues lo normal es que el perro adulto respete al pequeño aunque no al revés, ya que el cachorro volverá loco al mayor con sus juegos y su vitalidad.

Con el tiempo pueden surgir  graves problemas si uno de los dos ejemplares amedrenta al otro constantemente, algunos perros pueden llegar a enfermar por esa razón. Por eso habrá que buscar un equilibrio entre las características de los dos perros. Algunas razas, pueden ser propensos a peleas si conviven ejemplares del mismo sexo.     

Para poder elegir, a continuación, vamos a conocer las diferentes razas, según la finalidad para las que fueron creadas, así deduciremos las características que tienen, y podremos saber cual nos gusta y además está más acorde con nuestras circunstancias.