Perro ladrón

Mi perro no deja de ladrar y es muy molesto¿le pasa algo?, como puedo hacer que deje de ladrar...

Al igual que las personas no todos los perros son iguales.  Hay algunos más traviesos que otros, pero aunque son muy listos, nosotros lo somos más, así que tenemos algunos trucos para enseñar a los más rebeldes.


PERRO LADRÓN/*/*

    
Es el que coge cosas, comida sobre todo, de partes prohibidas, como por ejemplo de la repisa de la cocina, de una mesa baja, o incluso de una mesa alta.

El primer paso es dejarle algo que le guste en una mesa y cuando vaya a cogerlo, decirle  ¡NO!, retirándole la boca, si lo respeta, podemos darle otro premio diciéndole ¡TOMA!

Si nos ha fallado el ¡NO!, y aprovecha nuestro descuido o nuestra ausencia para volver a robar, tendremos que utilizar un truco.
Este consiste en atar el trozo de comida a una cuerda y a su vez en el otro extremo ataremos algo que no pese pero que haga mucho ruido, por ejemplo una lata vacía, cuando le dejemos solo, el ladrón, se subirá y cogerá la comida, la lata se caerá al suelo, y lo normal es que se dé un buen susto, entonces entramos nosotros y le renegamos, le decimos ¡NO!, si lo repetimos varias veces aprenderá a no robar.


LADRADOR/*/*

Que un perro ladre es lo más natural. Hay algunos que ladran cuando oyen ruidos extraños y tratan de defender la casa, otros en la calle para jugar, pero los hay que ladran cuando se quedan solos, como protesta o para llamar la atención. Este es un problema porque molesta a los vecinos y podría llegar un momento en que nos veríamos obligados a quedarnos en casa o a llevárnoslo con nosotros. Otros ladran cada vez que se mueven sus dueños dentro de la casa,  o cuando piensan que es la hora de salir de paseo.

Perros así nos pueden complicar la vida. 
 
¿Cómo lo corregimos? Puede haber varias soluciones dependiendo de lo ladrador que sea. Algunos con un ¡NO! cada vez que ladran se pueden corregir, pero otros más nerviosos,  necesitan  otros sistemas disuasorios.
    
De todas formas es uno de los problemas más difíciles de solucionar junto con la agresividad. He leído en algún libro que si cada vez que ladra el perro tiramos un libro al suelo, haciendo mucho ruido o algo parecido que le asuste, dejará de hacerlo, pero eso es algo complicado porque no siempre estamos preparados. Existe en el mercado un collar que cada vez que ladra expulsa un líquido con un fuerte olor a limón, que al perro le resulta desagradable, y por el método llamado por Paulov del reflejo condicionado relacionará ladrar con algo desagradable lo cual hará que deje de ladrar.